Cuando comenzamos un proyecto suelen surgir muchas preguntas relacionadas con el mismo. Normalmente solemos tener pensada la idea de proyecto, un nombre y unas líneas generales por las que comenzar.

Sin embargo, a la hora de afrontar el reto que supone crear y trabajar una marca, nos vemos atascados por no saber por dónde empezar.

Lo mejor, es empezar por el principio y, como diría “Jack, el destripador” ir por partes.

¿Por dónde es recomendable empezar? Pues nosotros nos decantamos por la elección de una tipografía para tu marca o proyecto. ¿Por qué? Porque una tipografía puede ayudar a ir definiendo tu identidad de marca y es más relevante de lo que pueda parecer a simple vista.

Es importante también de cara a la legibilidad. Hay tipografías diseñadas para cada uso: para títulos, para párrafos, para decoración, etc. Pero, hay tantísima variedad y tantas opciones que encontrar una tipografía que se ajuste a tus necesidades no es tan complicado como parece.

Pero, como comentábamos antes, vamos a centrarnos primero en la necesidad que podríamos tener a la hora de crear una marca. Pongámonos en situación; tenemos el tiempo justo, presupuesto limitado y nuestro tío el diseñador no nos hace ni caso.

Tenemos dos opciones: usar la típica Arial o Times New Roman y empezar con muy mal pie nuestro proyecto o empezar una búsqueda a conciencia para saber qué es lo que mejor se adapta a nuestras necesidades.

Vamos a contar con que habéis escogido la segunda opción, por favor.

En ese caso, hay una infinidad de páginas disponibles con un repertorio de miles y miles de tipografías. Sin embargo, las licencias y construcciones de las mismas en algunas de estas páginas no son demasiado fiables.

Nosotros nos decantamos sin duda por Google Fonts.

¿Por qué? Pues porque es un catálogo oficial y la gran mayoría de tipografías disponibles (por no decir todas) son compatibles para usar en tu web sin necesidad de introducirlas de forma manual.

Una vez accedamos a la web https://fonts.google.com/ , el procedimiento es muy sencillo.

• Lo primero que recomendamos hacer es poner en la zona indicada en la imagen el nombre de tu marca (Si lo pones dos veces, en mayúsculas y en minúsculas, podrás ver casi de un plumazo todas las posibilidades de la tipografía en cuestión).
• Después, lo más recomendable es establecer un filtro para que escojas entre un estilo de tipografías concreto. Por ejemplo, si eres una empresa de carácter clásico, puedes decantarte más por un tipo de tipografía con serifa. Existen varias categorías:
  1. Con Serifa: Este tipo de tipografías tienen como rabillos en cada letra. Se cree que su origen viene de manuscritos con pincel al terminar el trazo y arrastrar el mismo por la hoja.
  2. Sin Serifa: También conocidas como “palo seco” (nuestras favoritas). Estas tipografías carecen de esos rabillos de los que hablábamos en la categoría anterior
  3. Display: Son aquellas pensadas para grandes tamaños, suelen usarse en carteles, rótulos, etc. Es decir, en sitios donde necesitamos más impacto y legibilidad.
  4. Manuscritas: Aquellas que buscan asemejarse a la letra escrita a mano.
  5. Monoespaciadas: Estas tipografías tienen una cualidad única y es que mantienen una regla cumplida en todos sus caracteres y es que todos ocupan exactamente el mismo espacio.

• Aquí poco podemos ayudarte de forma general. Sin embargo, y para ahorrarte trabajo, vamos a recomendarte nuestro top 5 personal de tipografías dentro de Google fonts con una de cada tipo.

Con Serifa: Aquí lo tenemos claro. Limpia, elegante, Versátil y sobre todo fácilmente combinable con otro tipo de tipografías con características muy diferentes como puede ser una sin serifa palo seco como la que recomendaremos más adelante.