Hoy en día la necesidad de planificar y controlar todos los proyectos que se llevan a cabo dentro de un ambiente empresarial es esencial para el buen funcionamiento de los equipos de trabajo. En este contexto, en @grupoidimad contamos con dos herramientas de una enorme utilidad a la hora de programar y organizar todos nuestros proyectos. Hoy vamos a hablar de dos programas “de moda”, el cliente de mensajería Slack y del gestor de tareas Trello.
Slack surgió hace poco más de dos años como el “e-mail killer”. A grandes rasgos la idea es agilizar y dar versatilidad a la comunicación interna en entornos profesionales, disminuyendo la necesidad del correo electrónico al máximo exponente. Se podría definir Slack como una herramienta de chat o mensajería, pero eso solo sería abarcar la superficie de una enorme montaña de posibilidades que ofrece este servicio.
Su éxito se basa en la forma eficaz de gestionar los proyectos a través de canales y en su enfoque eminentemente empresarial. Es una aplicación de mensajería destinada a un público profesional, en donde lo que predomina es la eficacia y la rapidez de actuación en el trabajo. Esta comunicación en tiempo real entre todos los miembros del equipo, es la clave que lo diferencia del tradicional contacto por e-mail.
Trello se ha convertido en la herramienta de gestión y organización de proyectos por excelencia. Sobre todo cobra importancia en el caso de proyectos colaborativos, aunque la realidad es que sirve tanto para organizar algún proyecto laboral como para preparar la lista de la compra. El sistema se basa en el método Kanban (del japonés tablero de cartas), es decir la organización de tareas a través de una serie de boards o tableros que a su vez permiten crear listas personalizadas con cards o tarjetas en las que establecer una serie de tareas. Como podemos ver a continuación:
Una vez creada la estructura del proyecto, podremos establecer las distintas fases por las que ha de pasar en función de la dinámica de trabajo que utilicemos, de forma que podamos mover las tarjetas por cada una de las fases. También permite asignar un proyecto a compañeros, así como establecer una fecha límite de entrega. En definitiva, nos permite tener una visión muy gráfica y clara del estado por el que cada proyecto está inmerso en todo momento.
Otra de las grandes ventajas de estas herramientas es la enorme posibilidad de integración con otras aplicaciones de terceros, permitiéndonos aumentar enormemente nuestro flujo de trabajo. Así, se puede asociar cuentas de Google Drive o Dropbox para acceder rápidamente a nuestros archivos, o conectar los calendarios de trabajo para avisarnos de la fecha límite establecida para un proyecto determinado.
En resumen, tanto Slack como Trello son dos potentísimas herramientas gratuitas que están enfocadas a un único objetivo: productividad. La eficacia y el trabajo en equipo son dos de las características que definen en buena medida el éxito de cualquier proyecto, ya sea empresarial o personal. Y sin duda con estas dos aplicaciones en @grupoidimad estamos mucho más cerca de conseguirlo. Y tú ¿a qué esperas?